jueves, 4 de septiembre de 2014
domingo, 9 de marzo de 2014
Casa del Alfeñique
Es el primer museo de la ciudad de Puebla, fundado en 1926. Resguarda una gran cantidad de objetos artísticos que denotan el desarrollo histórico y cultural.
La Casa de Alfeñique es conocida con este nombre por su fachada ricamente decorada con yeserías ondulantes que parecen hechas de "alfeñique" (dulce español a base de pasta azucarada de almendras).
La fachada de la casa, edificada por encargo del maestro herrero Juan Ignacio Morales, abuelo del célebre pintor Francisco Morales; reproduce el típico estilo del barroco poblano utilizando una combinación de ladrillos rojos y azulejos de talavera llamado "petatillo".
Cuando don Ignacio Morales murió el 22 de agosto de 1793 dejó a sus hijos algunos bienes raíces entre ellos la Casa de Alfeñique. Después de pasar por las manos de varios de sus hijos y descendientes, la casa fue vendida en 1874.
En 1896 Alejandro Ruiz Olavarrieta, fundador y patrono del Monte de Piedad Vidal Ruiz la cedió a la Beneficencia Pública del Estado de Puebla y fue en este recinto en donde en 1926 se instauró el Museo Regional de Puebla.
La casa está ubicada a una cuadra del Centro de Convenciones, cerca de la plaza comercial San Francisco, Hotel La Purificadora y Hotel Casa Reyna. Estacionamientos disponibles. Contra esquina del mercado de artesanías "El Parián".
Fuerte de Guadalupe
Fuertes de Loreto
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Por su importancia estratégica, durante la intervención francesa los fuertes sirvieron como cuartel de operaciones del Ejército de Oriente y punto central de las batallas que se libraron en Puebla. Por su ubicación y las defensas que en su torno se concentraron, los fuertes representaron la "puerta" de México: si caían, la rendición de Puebla era inevitable y con ello se abría el paso franco hacia la Ciudad de México. Por eso las fuerzas francesas los atacaron en primer lugar durante la batalla del 5 de mayo de 1862, y al año siguiente, fortalecidos y con un contingente mucho más numeroso, los sometieron a un bombardeo inmisericorde hasta dejarlos convertidos en ruinas.
Templo de Santa Cruz
16 Oriente 1204
Barrio El Alto,
Puebla, Pue.
C.P. 72000
Tel. 01 222/ 235 90 13
jueves, 6 de marzo de 2014
Barrio de Analco
El Barrio de Analco, cuyo significado en nahuatl quiere decir “al otro lado del río",es uno de los más antiguos barrios ubicados en la ciudad.
Sus comienzos se remontan hacia 1531,fecha en la cual los indígenas tlaxcaltecas se establecieron en dicho lugar. A un lado del barrio se encontraba el río atoyac, de ahí que recibiera el nombre de "Analco".
En el año de 1560fue construida la Iglesia de Santo Ángel Custodio por los Religiosos Naturales. Además se hicieron empedrar las calles del barrio con cantera traida de las inmediaciones de la ciudad de Puebla. Hacia 1759 se instaló una fuente en el centro de la plazuela que fungió como abastecedora de agua potable para los habitantes.
A finales de 1970 se instaló un jardín en donde antes se encontraba la plazuela empedrada. Desde entonces en dicho lugar se ha establecido, cada domingo, un popular tianguis en el que se pueden encontrar diversos artículos, desde artesanías hasta plantas de ornato y antigüedades. Además se instalan puestos de comida, juegos y atracciones infantiles.
Actualmente es un popular sitio frecuentado por los visitantes y locales los fines de semana.
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Paseó San Francisco
Badajoz, sin ser una gran ciudad, poseía una gran cantidad de grandes conventos, siendo en el siglo XVIII sobre 14 los existentes.
En 1836 desaparecieron todos los de frailes, en un numero de seis y de los ocho de monjas desaparecieron la mitad. Algunas de las iglesias de estos grandes conventos, perdurarían convertidas en parroquias, es el caso de Santo Domingo, San Agustín, La Concepción y posteriormente San Francisco.
Las edificaciones de estos conventos, se destinarían unas veces a cuarteles y otras a edificios civiles. En el caso que nos ocupa, el convento de San Francisco, fue erigido en el siglo XIV y desamortizado en 1835, estando ocupado primeramente por observantes y después por jesuitas. Sus dependencias, fueron destinadas como cuartel del Regimiento de Infantería de Castilla, derribado en 1960 para construir la Delegación de Hacienda, también parte de sus dependencias se destinaron al primer cementerio de la ciudad.
En el lugar que ocupaba la capilla del convento del siglo XIV, fue levantada la iglesia de San Juan Bautista en el siglo XVIII, costeada la obra por el monarca Juan V de Portugal con motivo de la boda de su hija Bárbara de Braganza con Fernando VI.
En las huertas del convento se construyó en 1836 el Paseo de San Francisco, de una hectárea, delimitado por palmeras y poblado por plátanos de indias, cinamomos etc. Destacando el templete de hierro para la música. Admirados son sus ocho bancos de tipo regionalista, construidos en 1928 y reconstruidos en 1996, con azulejos representando el descubrimiento de América. El paseo de San Francisco se encuentra rodeado de una gran actividad comercial, financiera y de ocio, convirtiéndose en el corazón de la ciudad.
Puente de Obando
La urbanización novohispana de la Puebla de Los Ángeles se vio caracterizada por la consolidación de los asentamientos españoles; por esto, la ciudad de ese periodo vivió separada en todos los aspectos siendo el río San Francisco el que funcionó no sólo como límite físico sino como frontera económico-social.
Así, de un lado estaba el diseño ortogonal de la zona central y del otro, la traza irregular que conformaban los primeros barrios -Analco, El Alto y San Francisco que, a su vez, separaba a la clase obrera -formada por los indígenas- de los españoles.
Las principales actividades de los indígenas consistían, entre otras acciones, en hacer los quehaceres domésticos para los españoles, por lo cual todos los días tenían que ir de un lado al otro del río para llegar a la ciudad por medio de puentes ubicados en puntos estratégicos. Los historiadores señalan que hubo alrededor de 15, de los cuales hoy sólo queda el recientemente revitalizado puente de Ovando.
Durante más de una década este importante punto de reunión y paseo de los poblanos del siglo XX estuvo en completo abandono; ubicado en la intersección del boulevard 5 de mayo -antes Río San Francisco- y 3 oriente, sirve como remate de un eje longitudinal de la mencionada calle.
Carolino
Las instalaciones que se encuentran en el centro histórico de la ciudad se distribuyen en varios edificios coloniales y decimonónicos. Por esta razón, la Universidad se ha hecho acreedora de reconocimientos internacionales en la labor de rescate y conservación del patrimonio arquitectónico de Puebla.
Primer patio del Carolino
Dentro de los varios edificios antiguos que dan cabida a la Universidad destaca, en forma especial, el Carolino, uno de los edificios de mayor calidad estética de la ciudad. Los pilares, los arcos de medio punto, las cornisas, los enmarcamientos de las ventanas, la balaustrada y los remates, todo está preciosamente trabajado en cantera gris, con evidente influencia manierista. Sus ambulatorios o corredoresse cubren con cupulitas de media naranja. La escalera principal es de grandes dimensiones y está decorada por una serie de pinturas que recuerdan el patronato del rey Carlos III, en honor del cual el Colegio llevó el nombre de Real Colegio Carolino en 1770
Tras salir del primer patio, pasar la escalera y seguir la dirección del gran pasillo, se llega al segundo patio, que es un jardín. Pasando este tramo por el costado izquierdo, se accede al vestíbulo de la Biblioteca Lafragua, recinto que lleva el nombre de un notable poblano, ex alumno del Colegio del Espíritu Santo, distinguido abogado y político liberal del siglo XIX que legó parte de su biblioteca al Colegio. Esta biblioteca cuenta con valiosos textos para la historia de la ciencia y la tecnología, además de importantes materiales legislativos y coloniales. Por todo ello es una de las más importantes de la entidad. En este patio también se encuentra la Hemeroteca Juan M. Troncoso que contiene valiosas colecciones de periódicos locales, así como antiguos ejemplares del Periódico Oficial del estado. Saliendo de la Biblioteca se continúa hacia el tercer patio del Colegio. Este lugar se caracteriza por el conjunto de arcadas que lo enmarcan, de factura semejante a las del primer patio. En el centro se observa una antigua fuente de abasto de agua para el Colegio. Además de los tres espléndidos patios con los que cuenta el Colegio, existen en la planta alta dos lugares dignos de conocer: el Paraninfo y el Salón Barroco.
Subiendo por la escalera principal, al lado izquierdo, se encuentra el Paraninfo. Este era el salón de actos del Colegio. Posiblemente fue redecorado en 1770 y en él es notable la sillería que lo enmarca por sus cuatro costados. Frente a la hermosa puerta entablerada de la entrada se observa el gran estrado decorado con las pinturas de Melchor de Covarrubias, el patrono fundador, y del obispo Alonso de la Mota y Escobar, quien dotó las cátedras de Estudios Mayores. Por mucho tiempo sirvió de aula donde se realizaban los exámenes profesionales. Actualmente se ocupa como sala de conferencias.
Está ubicado en la Av. Don Juan de Palafox y Mendoza y 4 sur.
Iglesia de la Compañía
Construida en 1578 por los Jesuitas y terminada en 1767. Lugar de entierro de la celebrada "China Poblana", personaje del siglo diecisiete.
En la sacristía de la iglesia se ve trabajo de marquetería en la tradición mudejar (ibero-musulmán). El pórtico estilo italiano se agregó en 1746.
Es uno de los templos de estilo barroco más bellos que existen en la República Mexicana; se puede observar los murales, la parte de atrás del presbiterio en donde se alojan los doce apóstoles, la parte superior de la cúpula central la cual ésta adornada por un fresco.
El edificio vecino(4 Sur No. 104) anteriormente era la universidad jesuita, ahora pertenece a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. La iglesia se encuentra en Avenida 4 Sur No. 102.
Museo Amparo
La estructura de cristal se yergue por entre las paredes antiguas de esta casona como una gran caja de vidrio, que al elevarse hacia el cielo sirve de conexión a los diferentes espacios del museo, para finalmente rematar en un techo transparente y una terraza, desde la cual se puede apreciar la belleza de las cúpulas que rodean el Centro Histórico de esta legendaria ciudad.
La historia dice que los terrenos donde hoy se aloja el Museo Amparo, han sido testigos de prácticamente toda la historia de Puebla de los Ángeles. En sus inicios albergó el hospital de San Juan de Letrán, que más adelante se convertiría en el Colegio para Niñas (1642). Después, el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz —quien fuera amigo de Sor Juana Inés de la Cruz— lo transformaría en dos colegios (1676), uno destinado a mujeres casadas y separadas y otro a niñas pobres. Esa sería su historia hasta que con motivo de las Leyes de Reforma (1855-1860) pasa a ser casa habitación.
Desde el año 1871 se convertiría en la casa de don Vicente Espinosa Bandini, abuelo de don Manuel Espinosa Yglesias, quien finalmente en 1991 crearía ahí un espacio cultural en memoria de su esposa, Amparo Rugarcía de Espinosa.
Por años, la fachada y el interior de la casona se conservaron intactos hasta que las necesidades educativas y culturales de su entorno hicieron necesaria una ampliación, a fin de dar un mejor servicio a sus visitantes.
El Taller de Enrique Norten Arquitectos es responsable de la innovación, que cuando culmine colocará al Museo Amparo como un nuevo icono arquitectónico de México y reafirmará su posición como centro cultural de referencia.
“Este es un ejemplo de lo que se debe y se puede hacer con la arquitectura de nuestro país —comenta Enrique Norten—, nosotros trabajamos estos edificios de los siglos XVII y XVIII con la intención de reinventarlos, de darles una nueva vida, un nuevo significado.
“Nos avocamos sobre todo a atender los valores de esta figura histórica. No se tocaron las fachadas más que para retocarlas. Nosotros las conservamos tal cual las encontramos. Lo que hicimos fue esculpir espacios para darles un nuevo lenguaje, identidad y estilo que vayan de acuerdo con las necesidades actuales del museo”.
El proyecto contempla tres etapas, la primera concluyó con la ampliación del vestíbulo, la creación de galerías para exposiciones temporales, una bóveda que garantizará la conservación y seguridad de las obras en reguardo, biblioteca, auditorio, tienda y una terraza con cafetería.
Todas ellas áreas equipadas según los parámetros internacionales de exhibición, conservación y seguridad existentes, con lo que el museo ganó características que le permitirán recibir una gran variedad de colecciones procedentes de museos nacionales e internacionales.
Se considera que las próximas dos etapas serán concluidas al finalizar el año. La segunda etapa contempla el acondicionamiento de las salas para exposiciones temporales y la tercera comprende la actualización de las salas y discurso museográfico de la colección permanente de arte prehispánico.
Respecto a esta última, Ramiro Martínez, director ejecutivo del museo adelantó que los lineamientos que se seguirán para actualizar el guión partirán del principio de que no será cronológico y además, hará énfasis en la continuidad que esas culturas tienen hoy.
El Museo Amparo posee un acervo de más de mil 700 piezas de arte prehispánico y resguarda más de mil 300 obras de arte virreinal y de los siglos XIX y XX y, además, cuenta con un programa de exposiciones temporales del arte que se está generando hoy, lo cual transforma su visita en un recorrido por tres mil años de historia. (Rosario Pinelo)
Casa de la Cultura
La Casa de la Cultura desde su creación el 18 de noviembre de 1974, es un espacio para difundir y promover las expresiones artísticas contribuyendo a la conservación de ellos, así como tradiciones que cuentan con un fuerte arraigo en ella. El éxito del espacio ha sido la continuidad en su acción y funcionamiento aprovechando todos los espacios con los que cuenta.
Considerada una de las joyas más importantes de Puebla es la Biblioteca Palafoxiana. Su historia comienza el 5 de septiembre de 1646, cuando, el obispo, Juan de Palafox y Mendoza, donó su biblioteca particular de 5 mil volúmenes a los colegios de San Pedro y San Juan, con la condición de que se le permitiera el acceso a cualquier persona que supiera leer.
Hoy en día, la Biblioteca Palafoxiana, además de considerarse la primera biblioteca pública del continente, es reconocida como la única en América que conserva todavía su mobiliario original y, sobre todo, su acervo, formado en la actualidad por 42,556 volúmenes y 5,345 manuscritos, siendo el libro más antiguo “Los Doce Libros de Historia de Heródoto“, impreso en Venecia en 1473 y la crónica de Núremberg en 1493.
La UNESCO la reconoció, en Julio del 2005, como “Memoria del Mundo”, programa establecido en 1992 para promover a las naciones a proteger sus archivos históricos, asegurando su difusión.
miércoles, 5 de marzo de 2014
Catedral
La Catedral de Puebla
Ubicada en la plaza central de la ciudad de Puebla, la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Puebla se empezó a construir en noviembre de 1575 por órdenes del Rey Felipe II de España y fue consagrada por el obispo Juan de Palafox y Mendoza en 1649. La catedral es de estilo herreriano, con fachadas renacentistas e interiores barrocos.
Hoy en día, es considerada una de las más bellas del mundo por los muchos tesoros de su interior, además de una verdadera joya arquitectónica. Sus dos torres, flanqueando la Puerta del Perdón, se encuentran entre las más altas del país. En su interior destacan el Altar de los Reyes, el suntuoso Baldaquino o Ciprés, el altar del Perdón y coro de magníficas sillerías, los tres órganos, las pinturas de Miguel Cabrera en el Viacrucis, la Capilla del Espíritu Santo y la Sacristía, donde se custodian auténticos tesoros de arte religioso. En el Cabildo de la Catedral se custodia el Archivo, de gran importancia histórica.
Templo de la Purísima concepción
martes, 4 de marzo de 2014
El callejón de los sapos
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Ex convento de Santa Rosa
Ex convento de Santa Rosa
El Convento de Santa Rosa fue construido en el siglo XVII como beaterio de dominicas; posteriormente funcionó como convento bajo la advocación de Santa Rosa de Lima. En su magnífica cocina, considerada la más bella del estado, se funden dos símbolos poblanos: la talavera y el mole. Fue aquí donde sor Andrea de la Asunción inventó el tradicional mole poblano.
El Centro Cultural incluye un Museo, con una muestra de las artesanías elaboradas en Puebla, organizadas por regiones: trajes típicos y vestimentas antiguas, metales de Amozoc, un altar de muertos de Huaquechula, bordados de la Sierra, máscaras de madera, etc. Se puede visitar la cocina, revestida de azulejos de talavera. El Centro Cultural también incluye una tienda y una biblioteca, y organiza actividades como la Fiesta y Tradición y Expo Venta de Artesanías. También se organizan actividades culturales.
Actualmente el ex-convento se encuentra en remodelación.
lunes, 24 de febrero de 2014
TEMPLO, HOSPITAL Y COLEGIO DE SAN JUAN DE LETRÁN O
“EL HOSPITALITO”
Después de haberse fundado la ciudad de Puebla en 1531, los mismos fundadores buscaron con mucha premura el tener un hospital, que además estuviera bajo la advocación del Señor San José.
Con limosnas y con la donación que el rey Carlos V hizo, se inició la construcción del hospital, mismo que cuando estuvo en condiciones empezó a atender a los enfermos. Por su lado, el Cabildo realizó “la donación” del hospital al Papa Paulo III para que se agregara al de San Juan de Letrán en Roma, disfrutando con ésto de todas las gracias, indulgencias y jubileos que éste tiene. Don Miguel de la Barreda fue el primer capellán encargado de la misión a Roma además obtuvo el nombramiento de primer patrón para el obispo fray Julián Garcés, pasando el hospital a la muerte de éste a la tutela del Ayuntamiento de la ciudad con lo que se multiplicaron los donativos y sólo así se pudo terminar el hospital y el templo. Poco después se fundó la cofradía denominada «De Nuestra Señora de la Limpia Concepción para el cuidado de los enfermos», nombre que posteriormente se transmite al hospital; más tarde este hospital pasa a manos de los obispos y al llegar a esta sede don Juan de Palafox y Mendoza con el fuerte deseo de fundar un Colegio de Niñas, traslada a los enfermos al hospital de San Pedro, estableciendo aquí el Colegio de la Purísima Concepción conocido como el de las Niñas Vírgenes.
Con el tiempo el obispo Santa Cruz (1676 y 1699) estableció otro colegio denominado «San José de la Gracia» anexo al templo; este edificio sirvió a diferentes instituciones educativas y actualmente ocupa una parte el Museo Amparo. Posteriormente, el edificio del hospital se convirtió en asilo de ancianos, hasta que fue cedido a la Fundación Amparo para ampliar las instalaciones del museo mencionado.
Después de verse arruinado el templo por el tiempo mismo, se inició una nueva construcción en 1707, y debido al terremoto del 15 de agosto de 1711 las obras se terminaron hasta 1721; algunos elementos nuevos se dieron en la fachada en donde por ejemplo, se colocó el escudo del Papa Inocencio XIII reinante en ese momento, y para simbolizar la unión que existía con Roma, además se colocaron las esculturas de san Pedro y san Pablo a los lados del portón; finalmente el 19 de marzo de 1832 se inauguró solemnemente este templo.
Como sucedió en la mayoría de los templos, se registraron algunas pérdidas de obras y este templo no es la excepción pues se cuenta que había en el presbiterio una tribuna alta con reja por donde oían misa las colegialas, además contaba con retablos dorados tanto al frente como a en los muros de la nave. En la actualidad el interior es muy sencillo.
DESCRIPCION
Tiene un pequeño atrio abierto, del lado derecho de la fachada hace escuadra con el muro en el cual hay una puerta que daba al colegio que describimos, en la parte superior, tiene una cruz pequeña hecha de piedra y una espadaña y se observa también la cúpula de la capilla anexa hecha a base de gajos revestidos de ladrillo.
LA FACHADA
Tiene el portón rematado en un arco, a los lados hay dos esculturas en piedra de cantería, de un lado la de San Pedro y del otro la de San Pablo, estas esculturas se encuentran entre pares de columnas; en el segundo cuerpo hay pilastras que enmarcan una ventana rectangular bajo la cual se encuentra el escudo del Papa Inocencio XIII que citamos anteriormente, con la tiara pontificia de tres coronas y dos llaves a los lados.
En la parte superior y rematando todo el conjunto hay una balaustrada en cuya mitad encontramos un nicho con la escultura de la Virgen y un pequeño campanil sobre éste. Del lado izquierdo hay una torre de un solo cuerpo con columnas adosadas en las esquinas, una cornisa pequeña rodea todo el elemento y cuatro figuras en espiral decoran el conjunto, como siguiendo la misma línea de las columnas del cuerpo inferior, finalmente remata en un cupulín que sostiene una cruz metálica y una veleta en forma de flecha.
Sobre la avenida 7 oriente observamos los contrafuertes que delimitan cinco tramos en los cuales hay ventanas con el enmarcamiento imitando sillares; en el segundo intercolumnio se ubica la entrada lateral que fue clausurada y que remata en un nicho dentro del cual hay una imagen en argamasa de San José.
INTERIOR
Es de una sola nave que se cubre con bóveda de cañón sin decoración, tiene ventanas en ambos lado. Inmediata al presbiterio está la cúpula que es de forma circular y sin soporte, rematada en una linternilla. A todo lo largo del templo los muros se adornan con una cornisa en color blanco.
El coro se sostiene por dos bóvedas y bajo este espacio hay un cromo de san Juan Bosco y un confesionario, frente a este hay otro cromo de la Divina Providencia y pilas de agua bendita semiempotradas en los muros.
Del lado izquierdo y después del coro, hay una urna de madera y cristal con una escultura del Santo Entierro, a los lados de este encontramos las esculturas de San José y de la Virgen; después hay dos altares, uno de ellos culmina en un resplandor dorado enmarcando una pintura de Nuestra Señora de Guadalupe; enfrente hay otro con una escultura del Sagrado Corazón de Jesús ataviado con una túnica blanca y capa roja..
En el presbiterio encontramos el altar de estilo neoclásico con doble columnata en color blanco que enmarca una escultura de madera de Cristo Crucificado, a sus pies y abrazando la cruz hay una escultura pequeña de María Magdalena. En el remate de este altar hay un escudo del Sagrado Corazón de Jesús y a los lados están las esculturas de san Juan y de la Dolorosa. En toda el área del presbiterio hay un lambrín de madera obscura. En el llamado muro testero, también en el presbiterio, hay un nicho que alberga una pintura de “San Juan Evangelista dentro de un caldero hirviendo”.